Edwin Rodríguez
Publicado: Mi diario, Panamá
Publicado: Mi diario, Panamá
Viajar siempre es un placer, aún cuando se trate de cuestiones de negocios, pero… ¿por qué no consagrarle un instante espiritual a Dios, antes de emprender el viaje?
Ahora, el Aeropuerto Internacional de Tocumen cuenta con un rincón que te promete ese momento especial mientras esperas la hora del vuelo.
Sí, así es, la importante terminal cuenta con una capilla en honor a la Virgen Nuestra Señora de Loreto patrona de los aviadores, en el segundo nivel cerca de la puerta veinte, del lado A.
La Decoración
El templo posee doce bancas y treinta y seis puestos. Además, en sus paredes laterales están las 14 estaciones del Vía Crucis, representadas en vitrales, igual que El Sagrario. La comunidad religiosa El Magnificat, en Cermeño distrito de Capira fue quien elaboró los maravillosos detalles que adornan la hermosa ermita, que en su interior, está finamente pintada en color blanco y gris que armonizan suavemente con el barniz de coloración caoba de las bancas.
La Eucaristía
Si bien, la casa de oración, permanece abierta las veinticuatro horas, no obstante, la eucaristía, solo se celebra los domingos a la una de la tarde. El Padre Benigno Varela y el Presbítero José Timmers, son los encargados de celebrar las homilías en la capilla de la importante terminal.
La Tradición
En tanto, Una bella y antigua tradición predica que la casa de Nazaret, que vio nacer y crecer a la Virgen, y en la que vivió la Sagrada Familia, fue trasladada por los ángeles, primero a Dalmacia (Croacia) y después a Loreto, (Italia), en tiempos del Papa Celestino V, para evitar que fuese profanada por los infieles sarracenos. Ello dio pie en su momento para que los aviadores españoles eligieran a La Virgen de Loreto como Patrona, y el 10 de diciembre se conmemora aquel traslado angelical, reconocido tradicionalmente.
La Invocación
Salve Aviadora
Salve, Madre, Salve, Reina del Cielo,
De la hermosura una estrella,
De la pureza el fulgor;
Fuente del más puro amor,
Nuestra esperanza está en ella,
Salve, Madre, Salve, Reina del Cielo.
Si nuestras alas se quiebran,
Al final de nuestro vuelo,
Antes de llegar al suelo,
Tus brazos con amor se abran,
Salve, Madre, Salve, Reina del Cielo.
Finalmente, no importa la nacionalidad ni el idioma, los pasajeros, tripulantes, azafatas y pilotos que se trasladan por esta terminal aérea hacen una ineludible escala en la capilla nuestra Virgen de Loreto, antes de elevarse al cielo.
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