Montoya, quien fue
esposa del extinto capo del norte del Valle Iván Urdinola Grajales, fue baleada
en las afueras de Armenia, en la vía que conduce hacia Cali.
Dos sicarios en moto
que utilizaban uniformes de la Policía y otros dos que iban en un carro le
cerraron el paso cuando Henao, quien había salido de la cárcel de Cúcuta en
mayo del 2011, estaba a unos metros de llegar a su casa de descanso.
Iba con Lucio Quintero
Marín, ex-socio con el que había sido capturada en el 2004 en Panamá. También
estaba con una niña de 12 años, quien resultó herida y se recuperaba en la
noche de este jueves en el hospital de La Tebaida, a donde también fue
remitida, agonizante, una de las mujeres más temidas en el mundo de la mafia
colombiana.
Minutos después del
ataque, la Policía logró ubicar a los asesinos en una bomba de gasolina y, tras
un enfrentamiento a bala, los capturó. Además, fueron detenidas dos personas
que serían allegadas a Henao y que portaban armas sin salvoconducto.
Aunque
las investigaciones apenas comienzan, las autoridades ya manejan varias
hipótesis. La
más fuerte sería una guerra por los bienes ocultos de Urdinola.
Desde hace varios
meses, el nombre de Lorena Henao había aparecido en reportes de inteligencia
que están en proceso de verificación. En ellos, Henao era señalada de haber
regresado al norte del Valle con el objetivo de reagrupar una red que seguía
fiel a su familia, los Henao, que tiene más de 20 años de historia en el
narcotráfico.
"Sus
desplazamientos eran constantes por La Victoria, La Unión y el Eje
Cafetero", señala una fuente en la región.
Esos mismos informes
indicaban que la viuda de la mafia estaba enfrentada a dos sobrinos de Urdinola
que reagruparon la banda de 'Machos' y que se unieron a los 'Urabeños' para
desplazar a sus enemigos, los 'Rastrojos', en el suroccidente del país. Esa
disputa habría estado marcada por diferencias en la alianza con los 'Urabeños'
y por la distribución de bienes.
LLEVABA
19 MESES LIBRE
Aunque Lorena Henao
Montoya, de 43 años, nunca fue condenada por narcotráfico, estuvo tras las
rejas siete años por los delitos conexos como concierto para delinquir y
testaferrato. Ex-capos siempre hablaron de que en los 80 participaba de las
reuniones en las que estaban su esposo, Iván Urdinola, y su hermano, Orlando
Henao, más conocido como el 'Hombre del Overol'. Los dos murieron en la cárcel.
Su primera captura fue
en el 2004 en Panamá, en una operación de la DEA en la que también cayó su otro
hermano, 'Arcángel', ALIAS "el
mocho" quien recientemente quedó en libertad tras pagar condena en Estados
Unidos.
Cuando Lorena Henao fue
deportada a Colombia, fue capturada y condenada a 12 años de cárcel. Aunque un
juez le había dado casa por cárcel en el 2009, en enero del 2010 volvió a ser
detenida en un centro comercial de Armenia, cuando iba acompañada de un
hondureño pedido en extradición por Estados Unidos.
En mayo del 2011,
Lorena Henao fue dejada en libertad por orden de un juez de ejecución de penas
que consideró que había pagado la mayoría de la condena. Para ese entonces, las
autoridades supieron que la viuda de la mafia había regresado a Bogotá para
estar cerca de su hija. En todo este tiempo, su nombre nunca dejó de sonar en
los reportes sobre bandas y mafia en el suroccidente del país.
HUNDIÓ AL GRUPO GRAJALES
Cuando Lorena Henao fue
capturada en Panamá, las autoridades encontraron documentos en los que figuraba
como la propietaria del 60 por ciento de las empresas Grajales.
Esto llevó a vincular a
cinco del Grupo Grajales y a dos empleados en un proceso por lavado de activos
y enriquecimiento ilícito. Raúl Grajales, cabeza del grupo empresarial, y
Lorena Henao fueron condenados a 8 años de cárcel. A Gerardo Antonio y María
Nancy Grajales los condenaron a siete años, y a la contadora Sonia Trejos le
dieron ocho años de prisión.
UNA FAMILIA DE LA MAFIA
Iván Urdinola, terror
del Norte del Valle.
Lorena Henao fue esposa
de Iván Urdinola Grajales, uno de los capos más sanguinarios y temidos del
cartel del norte del Valle. Urdinola murió en extrañas circunstancias en la
cárcel de Itagüí en el 2002, supuestamente por problemas cardíacos. La mafia
pagó sus propios exámenes forenses para descartar envenenamiento y evitar otra
guerra de narcos.
LA HIJA, CONDENADA POR UN ASESINATO
Arcángel Henao y
Orlando Henao (el 'Hombre del Overol') eran hermanos de Lorena y fueron dos de
los primeros grandes narcos del Valle. Emma Juliana Urdinola Henao, hija de
Lorena Henao y de Iván Urdinola, fue condenada a más de 20 años de prisión en
el 2011 por el crimen del sindicalista
Jairo Alcides Giraldo.
En el proceso se
conoció que Giraldo Reyes era el encargado de tomar parte de las ganancias de
las empresas Grajales a espaldas de las autoridades, para sostenimiento de la
familia Urdinola. Esos pagos supuestamente no llegaron y por eso se habría ordenado su muerte.
APELLIDOS CON PRONTUARIO
Emma Juliana, que
asegura que carga el "peso de los apellidos y de los delitos" de sus
padres, se encontró en el Buen Pastor con varias de las amigas de su mamá y con algunos de los custodios de su papá.
Se cuenta que, Ema iba
desde muy chica, a visitar a Iván Urdinola, su papá, quien murió en la cárcel
de máxima seguridad de Itagüí (Antioquia), más tarde también visitaría a su
madre Lorena en el Buen Pastor .
Con Lorena Henao -contó
- solo se vio una vez desde que salió de
la cárcel. "No quiero que ella vuelva, pienso que ha pisado la cárcel toda
la vida y no es justo", dijo esta joven, quien antes de ser capturada
vivía como una princesa en Bogotá y estudiaba veterinaria en una conocida
universidad.
No obstante, en el tradicional
reinado de la Virgen de Las Mercedes, que se celebra en septiembre, fue elegida
Emma Juliana como reina simpatía.
Urdinola Henao.
Así, en la actualidad, En los pasillos de la cárcel el Buen Pastor de
Bogotá, a Emma Juliana Urdinola Henao ya no solo la reconocen por llevar el
apellido de uno de los capos más temidos del país, sino por ser la nueva reina
simpatía de ese penal.
La historia de la
'viuda de la mafia', que incluso hizo parte del libro EL CARTEL DE LOS SAPOS y de la serie de televisión derivada de él,
comenzó en Cartago, en el seno de una familia campesina que vendía sombreros.
¿DONDE NACIÓ LORENA HENAO?
Nacida en Cartago
(Valle) en octubre de 1968, como hija menor y única mujer de una familia
campesina, su infancia quedó marcada por el sórdido rumbo que trazaron sus
hermanos mayores, Orlando de Jesús, Arcángel y Fernando, quienes como muchos
otros jóvenes de su generación en la región, rápidamente cedieron a la
tentación del dinero fácil.
El clan Henao y su
socio Urdinola eran monarcas en el norte del Valle. Dueños de las discotecas,
las haciendas, las galleras, los hoteles, las bodegas de vino o las exportadoras
de fruta, se paseaban a sus anchas en sus flotillas de automóviles lujosos e
innumerables taxis, y a imagen y semejanza de Pablo Escobar en sus primeros
años, la gente del común les rendía tributo.
A falta de otras
ayudas, eran los principales benefactores de las escuelas o los ancianatos, y
llegaban hasta los barrios pobres a pavimentar calles, inaugurar canchas o
tender redes de energía eléctrica.
'La viuda de la mafia'
protagonizó escenas macabras de amor y odio. Una de las más recordadas es el
asesinato del teniente retirado Ricardo Peterson, cuyo cuerpo nunca fue
hallado.
¿CÓMO SE TRAMÓ LA MUERTE DEL OFICIAL?
El amorío de Lorena y
Peterson llegó a oídos de Urdinola y el capo saldó su honor. No mató a Lorena
porque sabía quiénes eran sus hermanos, pero al teniente retirado Peterson le
tendió una trampa. Lo atrajo a través de su amigo incondicional, el capitán (r)
Jorge Rojas; lo llevó a la finca La Piedad, de propiedad del narcotraficante
Hernando Gómez Bustamante, alias Rasguño; allí lo esperaban Juan Carlos Ortiz,
alias Cuchilla, y Omar García, alias Capachivo, y fueron tres días de tortura y
agonía.
Hay quienes dicen que lo desmembraron tirado por varios caballos. Lo
cierto es que sus restos fueron arrojados al río Cauca.
Como una maldición, ese
fue el comienzo del fin de Iván Urdinola. No sólo porque la familia del
teniente Peterson emprendió una batalla jurídica sin antecedentes contra el
capo, sino porque sobrevinieron dos hechos que cambiaron para siempre la suerte
de la organización.
Iván Urdinola, primer
esposo de Lorena Henao, fue capturado
por la Policía en su finca La Porcelana, (mismo nombre con que años después
bautizaran una de las propiedades adquiridas
al este de Panamá.) cerca de Zarzal, el 26 de abril de 1992, y de inmediato fue
acusado de narcotráfico, enriquecimiento ilícito, tortura y homicidio.
Los hermanos Henao
rodearon a Lorena y ella asumió el liderazgo de los negocios, que no eran
pocos. Para la época su fortuna se calculaba en más de 10.000 millones de
pesos. Ella visitaba a su marido en la cárcel y maquinaba con sus hermanos cómo
acrecentar sus negocios, entre ellos comprar loterías ganadoras para lavar sus
dólares y eximir de impuestos a los felices ganadores.
Sin embargo, el clan
Henao ya estaba en evidencia y al desatarse la cacería de los capos de Cali en
1995, en medio del frenesí del escándalo del proceso 8.000, cuando los hermanos
Rodríguez y José Santacruz Londoño quedaron tras las rejas, Orlando Henao,
entonces conocido como “El hombre del overol”, decidió cortar por lo sano. Uno
a uno eliminó a sus rivales, se erigió como el único patrón del norte del Valle
y para resguardarse de las venganzas escogió el sitio más seguro: la cárcel. Se
entregó para liderar el negocio con su cuñado Urdinola, protegido por sus
secuaces.
Todo lo calculó
perfectamente, menos la reacción de José Manuel Herrera, hermano parapléjico
del ya asesinado capo Pacho Herrera, quien a pesar de haber recibido una
moderna silla de ruedas de Orlando Henao en la cárcel de La Modelo, en un
descuido del patrón lo asesinó de siete balazos. El cartel del norte del Valle
quedó sin jefe mayor, dos capos menores empezaron a pelear a muerte el
liderazgo y pronto Lorena Henao reapareció para jugar con destreza en la nueva
guerra entre antiguos socios que sembró de muerte las calles y los campos del
norte del Valle.
Con Iván Urdinola en la
cárcel, Diego León Montoya y Wílber Varela, otrora amigos de farra y negocios,
se trenzaron en una tenebrosa violencia. Cada quien armó su banda. El primero,
Los Machos; el segundo, Los Rastrojos. Y Lorena Henao empató amores con Varela,
a quien se acercó sigilosamente para requerir su ayuda ante los acreedores de
su marido que no le querían pagar. Varela se enloqueció por Lorena y ella a su
vez se la jugaba con el conductor de la familia, Lucio Quintero Marín, a cuya
esposa mandó a envenenar para consumar su amor sin acechanzas familiares.
Lo cierto es que
Lorena, entre Quintero y Varela, empezó a viajar por Chile, Argentina y Costa
Rica, hasta que decidió asentarse en Panamá. Ella se quedó con Quintero y
Varela se quedó guerreando en Colombia. Al vecino país istmeño llegó también
huyendo Arcángel Henao, y junto a su hermana Lorena empezaron a organizar una
nueva vida comprando bienes, ganado y
caballos pura sangre a diestra y siniestra.
LA CAPTURA EN PANAMÁ
La Policía nunca les
perdió el rastro. Tampoco la DEA. En enero de 2004, en una de las fincas en
Chepo llamada la Porcelana, las autoridades de Panamá y la DEA les cayeron a
todos. 18 adultos y 12 menores de edad fueron aprehendidos en la redada.
Arcángel Henao fue extraditado a Estados Unidos donde purgó condena de 8 años.
Su hermano Fernando ya estaba preso. Lorena quedó libre gracias a un extraño
fallo de la Corte Suprema de Panamá. Antes de viajar a Colombia, donde volvió a
ser detenida, dejó un estela de escándalo por corrupción y sobornos en el istmo y, una vez en Colombia
, otro, que llevó a la destitución de cinco fiscales y una decena de
funcionarios.
La vida de Lorena
Henao, de 42 años, podría catalogarse de novela: no solamente conoció las
intimidades del narcotráfico al lado de los grandes y sanguinarios capos del
cartel del norte del Valle, sino que su esposo, su hermano y un supuesto amante
murieron en medio de las vendettas de la mafia, dos hermanos purgaron condena en EEUU, y su hija termina presa en la cárcel El Buen
Pastor.
Cabe recordar que
Lorena Henao estuvo detenida varios años en la cárcel del Buen Pastor en Bogotá
señalada de los delitos de testaferrato y enriquecimiento ilícito, entre otros,
pero logró su libertad condicional, argumentando un cáncer.
Sin embargo, en sus
líos judiciales nunca estuvo el narcotráfico. La palabra soborno, dicen quienes
la conocieron en esa época, estaba en cada una de las actividades que hacía.
Varios fiscales de Cali estuvieron tras las rejas luego de que ella misma
reconoció que los había "comprado".
En el 2002, Iván
Urdinola murió en prisión. Las versiones de que fue envenenado no se disiparon
ni por los conceptos negativos de Medicina Legal y de médicos particulares. En
todo ese tiempo, Henao siguió manejando la fortuna que amasó su esposo y que
incluyó las empresas del reconocido Grupo Grajales, hoy en manos de
Estupefacientes.
En Estados Unidos, purgaron
condena por narcotráfico Arcángel y Fernando Henao Montoya. Arcángel fue
capturado por la DEA con Lorena en Panamá, en enero del 2004; Lorena quedó en
libertad, pero al ser deportada a Colombia, cinco meses después, fue detenida
en ese país.
VIDA DE LUJOS
Urdinola la conoció a
los 17 años, se dice que contrataba artistas famosos para que le cantaran y
complacer sus antojos de adolescente.
Con el tiempo Lorena
Montoya dejó de ser “la hermana de” o “la esposa de”, para tener un nombre
propio al interior de la mafia. ‘La Doña’, poco a poco, fue haciéndose célebre
por estar al tanto de muchos de los
negocios de su esposo, por aconsejarlo en algunas de sus decisiones y por
impartir órdenes temerarias. Fue amante de los caballos. Y Urdinola la
complacía con equinos que valían su peso
en oro, exhibidas por ella en cabalgatas y haciendas de la familia.
En su momento también fue una mujer bella.
Altiva. Imponente. De carácter. Y Urdinola se obsesionó con todo eso. Tanto
así, que dispuso un pequeño ejército de hombres para que le cuidaran día y
noche. ‘La Doña’, sin embargo, lograba burlarlos para hacer su voluntad y cumplir sus caprichos y amoríos extramaritales.
Dueña y señora de
lujosas haciendas en municipios del Valle y Panamá, Henao participaba de
cabalgatas y era escoltada por mini-ejércitos que no la desamparaban. Como
pocas esposas de capos, cuentan los investigadores que le siguieron la pista,
Lorena era respetada; hay quienes la mencionan en reuniones en las que Urdinola
cuadraba sus negocios.
¿QUE HAY DETRÁS DE LA MUERTE DE
LA"VIUDA DE LA MAFIA"?
La muerte de Lorena
Henao podría hacer parte de una guerra detenida en el tiempo. Una guerra que
estaría a punto de comenzar de nuevo como consecuencia de varios movimientos
que se estarían dando al interior de las estructuras narcotraficantes y
criminales del Valle. Tomando en cuenta que sus dos hermanos ya están fuera de
la cárcel.
Pero también tendría
que ver con cuentas pendientes que quedaron entre bandos y capos tras una serie
de entregas y negociaciones hechas por antiguos jefes del Cartel del Norte con
la justicia estadounidense.
Por ello, alguna
turbulencia habría generado la libertad de Fernando Henao que, tras pagar 10 de
los 19 años a los que fue condenado, ya estaría fuera de las rejas en los
Estados Unidos. Y a él, posiblemente, ya se habría unido Arcángel, que estuvo preso
desde el 2004 en una prisión de La Florida tras ser detenido en Higueronal de
Chepo, Panamá, en el año 2004.
Lo de las cuentas
pendientes no es sólo un asunto derivado de la lógica mafiosa.
Al parecer, en el trato
que hicieron con la justicia norteamericana, los hermanos Henao entregaron a
una decena de lugartenientes del Cartel del Norte.
Además, ambos habrían
testificado en contra de varios capos que también se encontraban negociando con
los Estados Unidos. Los Henao junto a Urdinola, fundadores del cartel del
Norte, estaban acusados de haber enviado a Estados Unidos 500 toneladas de
cocaína entre 1990 y 2004.
EL FUNERAL
El viernes 28 de
diciembre de 2012, en el cementerio Campo de Paz Los Olivos, en el municipio de
Tuluá, fue sepultado el cuerpo de Lorena Henao Montoya, asesinada el pasado
jueves 27 en el departamento del Quindío.
El cadáver de Lorena
Henao fue velado en la Funeraria Sercofun Los Olivos en el exclusivo barrio
Alvernia de Tuluá en medio de las más estrictas medidas de seguridad por parte
de la Policía para evitar un nuevo atentado.
Minutos antes del
sepelio, la tumba había sido inspeccionada minuciosamente por Cori, un perro de
raza Golden Retriver de de la Policía Antiexplosivos, que fue llevado hasta el
cementerio para prevenir un nuevo atentado.
Fue tanto el misterio
que rodeó las exequias, que la gran mayoría de tulueños no se dieron ni cuenta
de que el cadáver de la antigua esposa del narcotraficante Iván Urdinola
Grajales había sido traído a esta ciudad para ser sepultado.
La hora del entierro
fue uno de los secretos mejor guardados por parte de la familia, hasta el punto
que ni el mismo comandante de la Policía en Tuluá, coronel Javier Humberto
Vargas, lo sabía. “Es cuestión de seguridad”, dijo uno de los empleados de la
Funeraria Sercofun Los Olivos, que prestó el servicio.
Su tumba quedó a un
lado de la de su padre y su hermano. La vida de Lorena Henao Montoya, de 43
años, estuvo llena de lujos, excentricidades, amores, dinero, pasión,
narcotráfico, prisión y muerte.
Vea También:
LA HISTORIA DE UNA DE LAS FINCAS DEL
CLAN HENAO EN PANAMÁ:
PanaTocumen: De lago de Capos a Santuario de Garzas