Por: Edwin Rodríguez
26/05/2020
¿Cuál será el futuro de la aviación? ¿Cómo será la nueva
forma de viajar? ¿Cómo se realizarán los protocolos de embarques? ¿Cuándo
llegaremos a la “nueva
normalidad”?
La industria aérea global está atravesando por una severa
turbulencia de dimensiones inéditas, debido al impacto generado por la pandemia
de la COVID-19
y Panamá no ha escapado de esa dura realidad.
Paralelamente, con más de un tercio de la población mundial
confinada, el turismo se enfrenta a una situación sin precedentes; la movilidad
segura y libre
de COVID-19 sería la clave para una pronta recuperación. Su
reactivación dependerá de múltiples factores que giran en torno a la apertura
gradual de las
fronteras, garantías para el desplazamiento, las rutas
rentables que volverán a operar las aerolíneas, las prácticas básicas de
prevención sanitarias de
cada país para no exponer a los huéspedes, así como la mejor
oferta y experiencia.
Debemos recordar, que tras el dramático episodio COVID-19,
empresas a nivel mundial, como primeras medidas, optaron por otorgar vacaciones
a sus colaboradores,
incluso de forma adelantada, lo que implicará que millones
de personas no planeen viajes de ocio hasta el próximo año.
Por su parte, Tocumen, el principal puerto de conexiones de
Latinoamérica y el Caribe, ha trazado la primera versión a nivel local de la
“hoja de ruta”
para reiniciar de forma segura el tránsito, entrada y salida
de pasajeros por las terminales aéreas bajo su control.
Entre las variantes de protección, se ha planteado adaptar
el distanciamiento físico de acuerdo con los reglamentos y criterios sugeridos
por el Ministerio
de Salud de Panamá; reorganizar el flujo de pasajeros en los
puntos de control de migraciones; asegurar la correcta desinfección de equipos
e infraestructura
de manera frecuente; además de limitar el acceso de
acompañantes a las terminales aéreas.
En este nuevo contexto, autoridades aeroportuarias han
precisado que será necesario reinventar el negocio adecuándolo a una nueva
realidad, donde además
de los ya tradicionales controles de acceso a las áreas
internacionales, los cambios en materia sanitaria serán visibles en las salas
de espera, zonas
comerciales, puentes y los mostradores de “check in”.
Sin embargo, todo apunta a que la Organización Mundial de la
Salud (OMS), el Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI), la Organización de
Aviación Civil
Internacional (OACI) y la Asociación Internacional de
Transporte Aéreo (IATA) tendrán el gran reto de homogeneizar los estándares
sanitarios de la industria
aérea a las nuevas regulaciones de viajes para que resulten
efectivas a nivel global; que generen confianza, pero sin mayores traumas o
costes adicionales
para los viajeros.
Según el diagrama preliminar de IATA, los pasajeros deberán
presentar una declaración sanitaria a su llegada al aeropuerto; pasar un
control de temperatura
en la entrada, se establece el uso obligatorio de
MASCARILLAS en la terminal y ABORDO DEL avión, por lo que descartan la
necesidad de reducir el número
de personas en los aviones.
El aeropuerto panameño, posesionado como el “Hub de las
Américas”, previo a las restricciones impuestas por la pandemia de la COVID-19,
mantenía la operación
regular de 40 aerolíneas de pasajeros y carga; conectaba
personas con 94 destinos en 39 países de América, Europa y Asia.
De hecho, la industria del transporte aéreo en Panamá pasaba
por su mejor momento antes de la drástica aparición de la COVID-19, con el
tráfico por esta
terminal aérea de 16.5 millones de pasajeros en 2019; de los
cuales el 70.9 % fueron viajeros de conexión y 2.4 millones de personas
visitaron Panamá.
En consecuencia, la imagen de decenas de aviones
estacionados en el “Hub”, vale más que mil palabras. El panorama es desolador.
Las pérdidas por el mantenimiento
regular, tras el “Aparcamiento, anclado, almacenaje y vuelta
al servicio de la flota”, se estiman en decenas de millones de dólares, ante la
falta de vuelos
nacionales e internacionales.
“¡No está muy seguro cuántas aerolíneas o qué rutas volverán
[…] a conectar con el Istmo; qué parámetros de salud e higiene se […] impondrán
finalmente
[…]; lo que sí está seguro, es que los viajes aéreos ya no
serán lo mismo!”
Un problema de grandes dimensiones, si se tiene en cuenta,
además, que las enormes aeronaves ocupan extensas superficies de unas
plataformas que no están
estructuralmente diseñadas para resistir por largos periodos
la sobrecarga extática del aparcamiento de gigantescos aparatos. A esto se
suman las tasas
oficiales que los aeropuertos calculan en función de los
días de estacionamiento y del peso del avión.
El sector aéreo es un ecosistema empresarial donde, además
de las aerolíneas, convergen empresas de chárter, distribuidores de partes,
proveedores de combustible,
talleres de mantenimiento, “catering”, infraestructura,
soportes tecnológicos, centros de instrucción, personal en tierra, etc.
La plantilla laboral de la principal terminal aérea del país
se estima en más de12 mil empleos directos, si se suma todo el personal de la
red aeroportuaria,
empresas de carga, logística, entidades estatales y
concesionarias.
Sin dudas, es un inmenso efecto dominó que impacta además a
“tours” operadores, agencias de viajes, empresas “Car Rental”, sector hotelero
y otros eslabones
de la cadena turística que están interconectados con la
industria aerocomercial.
En tanto, IATA ha estimado que el sector aéreo panameño
perderá unos 700 millones de dólares hasta mayo y una reducción de 4 mil 500
millones de dólares
en el aporte anual que hace el sector y el turismo al
producto interno bruto del país.
Panamá extendió, hasta el 23 de junio, la suspensión de
vuelos internacionales. Aunque muchos países han introducido restricciones,
todo indica que el
reinicio de operaciones del “Hub de las Américas” de Panamá,
se daría de forma paulatina, comenzando en julio con aproximadamente un 12 a 18
% del total
de las operaciones existentes previo al impacto de la
COVID-19.
¡No está muy seguro cuántas aerolíneas o qué rutas volverán
nuevamente a conectar con el Istmo; qué parámetros de salud e higiene se les
impondrán finalmente
a los pasajeros y tripulación en cada país; lo que sí está
seguro, es que los viajes aéreos ya no serán lo mismo!
No vidente y colaborador de la industria aérea.
https://www.laestrella.com.pa/opinion/columnistas/200526/sera-nueva-normalidad
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