Por: Edwin Rodríguez
PUBLICADO: panatocumen
Cuando Manuel Antonio Noriega fue trasladado a Estados Unidos hace más de dos décadas para enfrentar un juicio por narcotráfico, después de la invasión de Estados Unidos al país, dejó atrás una nación con una economía por el suelo, saqueada y con uno de sus barrios pobres consumido por las llamas.
Dos décadas después, el ex hombre fuerte se encontrará con una nación muy distinta, en democracia desde hace 20 años y con un crecimiento económico promedio de 8% anual en los últimos cinco años.
Cuando Noriega fue derrocado el desempleo rondaba el 20%. Los panameños sufrían los embates de una severa crisis económica sin perspectivas de crecimiento, la desconfianza y repudio al régimen de Noriega propició el retiro masivo de fondos del sistema bancario y las inversiones fueron ahuyentadas.
Lo primero que le espera a Noriega al retornar son más cuentas con la justicia y condenas. La principal interrogante es si el ex dictador cumplirá esas penas en la cárcel o en un domicilio particular, debido a sus 77 años y a su estado de salud.
Noriega, pasó casi 20 años en una cárcel de Florida cumpliendo una condena por narcotráfico impuesta por la justicia estadounidense. El otrora hombre fuerte fue enviado de Estados Unidos a Francia en 2010 para enfrentar cargos por lavado de dinero.
Una corte de París lo sentenció en julio de ese año a siete años de prisión por lavado de dinero en Francia durante la década de 1980. La fiscalía francesa sostuvo que millones de dólares que transitaron a través de las cuentas bancarias francesas de Noriega a fines de la década de 1980 fueron comisiones que le pagó el otrora poderoso cartel de las drogas de Medellín.
Según su abogado, sus problemas de salud seguramente encenderán un debate jurídico sobre si cumple las condenas en prisión o en su domicilio.
Una reforma al Código Penal abrió la posibilidad de que las personas de 70 años o más que padezcan una enfermedad grave puedan cumplir la condena en el domicilio.
Los abogados de Noriega afirman que el ex hombre fuerte tiene problemas de presión arterial y parálisis en el costado izquierdo del cuerpo debido a un derrame cerebral que sufrió hace cuatro años.
Noriega no representa ningún peligro, no obstante, su retorno recordará a los panameños el precio que costó la democracia y van a volver a sentir la necesidad de reforzarla.
Hay muchos sentimientos encontrados. Los que se pueden alegrar no se atreverán a decirlo muy alto, pero los que están disgustados por su regreso sí lo van a gritar.
Hay también quienes dicen que cuando Noriega estaba en el poder no había tanta violencia, muertes y robos como hoy día.
El Panamá de ahora es muy distinto al de hace dos décadas institucionalmente y físicamente, pero la vieja lacra de la corrupción sigue latente.
El 20 de diciembre de 1989 Estados Unidos invadió Panamá y Noriega se refugió en la Nunciatura Apostólica el 23 de diciembre. El 3 de enero de 1990 Noriega se entrega a las autoridades de Estados Unidos y es llevado por agentes de la agencia antidrogas de ese país a Florida, donde sería procesado por narcotráfico.
Tras su llegada al Aeropuerto Internacional de Tocumen este domingo 11 de diciembre de 2011, Manuel Antonio Noriega será trasladado en helicóptero a la cárcel de El Renacer.
Su abogado en Francia, Yves Leberquier, dijo que es una “buena noticia” que “este hombre viejo y cansado” regrese a casa –en Panamá– “después de más de 20 años en prisiones estadounidenses y francesas”.
Uno de los abogados de Noriega en Panamá, Julio Berríos, criticó la manera como el Gobierno ha tratado el tema de su retorno al país.
Dijo que ni la defensa de Noriega ni sus familiares han recibido información oficial sobre el regreso del militar, precisamente por el hermetismo que mantienen las autoridades desde que se confirmó la extradición.
Después de 21 años desde que en enero de 1990 fuera capturado en la nunciatura para que luego fuese trasladado a una cárcel en Miami, donde pagó su condena, para ser extraditado a Francia, este domingo 11 regresa al Renacer Manuel Antonio Noriega con 77 años acuestas, al Panamá de Hoy .
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