Aeropuerto Internacional
de Tocumen consolida su liderazgo como el puerto de conexiones más exitoso y
eficiente para los vuelos entre Latinoamérica, Europa y el Caribe.
Aeropuerto de Tocumen es Financieramente
Sostenible
El riesgo de refinanciación de su deuda, aunque presente, se
encuentra mitigado por el perfil de ingresos en 2023.
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La deuda adquirida por
el Aeropuerto Internacional de Tocumen S.A. (Aitsa) para financiar su
ampliación, mediante una emisión de bonos de $650 millones que vence en 2023,
es sostenible.
Dicha conclusión se
deriva de los datos y el análisis financiero hecho por la agencia calificadora
Fitch Ratings en su más reciente informe sobre la empresa,que mantuvo la
calificación de riesgo crediticio de esta emisión en AAA, con perspectiva
estable.
“Las tarifas en el
aeropuerto son competitivas en la región, y proveen una generación de ingresos
suficiente para satisfacer las necesidades de mejora y las obligaciones
financieras”, destaca la calificadora en su informe.
Además, Fitch Ratings
considera que el riesgo de refinanciación de la deuda adquirida, aunque está
presente, se encuentra mitigado por el perfil de ingresos en 2023, así como por
la vida útil del activo más allá del plazo final de la deuda y la ausencia de
una concesión.
De acuerdo con el
Aeropuerto Internacional de tocumen, los ingresos totales del aeropuerto ese
año sumarán $230 millones, lo que supone un aumento de casi $100 millones
respecto a lo registrado, efectivamente tanto en 2012 como en 2013.
Esta proyección está
basada en el supuesto de que el movimiento de pasajeros de la terminal aérea
aumentaría al menos 50% en ese periodo, pasando de 7,8 millones de pasajeros en
2013 a 11,3 millones en 2023.
Tocumen sirve como el
principal aeropuerto de entrada a Panamá, cuenta con una base fuerte de tráfico
origen y destino (actualmente representa un 53%)
y ha mostrado
resistencia a las desaceleraciones económicas (crecimiento acumulado del 10,5%
en el volumen de tráfico entre 2007-2012)”, resalta Fitch
Ratings.
La calificadora señala
que el aeropuerto también se beneficia de características duales, típicamente
asociadas con aeropuertos caracterizados como hubs, y que la principal
aerolínea que opera en el “hub de las Américas”, Copa Airlines, representa más
del 80% de su tráfico internacional.
Así que el riesgo de contraparte
también “es mitigado por el fuerte perfil financiero, operativo y competitivo
de Copa”.
Por otro lado, “debido
a la importancia estratégica del aeropuerto como la principal puerta de entrada
al país y al hecho de que Aitsa es propiedad exclusiva del Gobierno, Fitch cree
que el emisor se beneficia del apoyo implícito de su accionista”, se lee en el
documento.
El aeropuerto de
Tocumen se encuentra en su tercera fase de expansión y esa obra lleva un 38% de
avance. Se espera que la Constructora Norberto Odebrecht concluya la terminal
sur en el año 2016.
Y es que “una vez
terminada esta expansión, Fitch Ratings espera que el aeropuerto cuente con la
capacidad suficiente para acomodar el crecimiento del tráfico a largo plazo”,
añade la agencia.
TRES
LECTURAS INDEPENDIENTES
El economista Diego
Quijano añade que, al existir un fideicomiso que gestiona los flujos
provenientes de la tasa aeroportuaria, los inversores pueden tener un alto
grado de confianza de repago, ya que esto reduce el riesgo de mal manejo de
fondos.
“En este sentido, la
emisión de bonos también brinda réditos al contribuyente panameño al garantizar
una administración más transparente y vigilada por inversores internacionales”,
dijo.
A su juicio, queda
claro que Fitch Ratings también considera que al ser Aitsa una Sociedad Anónima
cuyo único propietario es el Estado, existe una garantía implícita de éste.
“Hay que cuestionar,
por tanto, la movida contable de excluir del cálculo de deuda pública total la
adquirida para Aitsa. Para ser consecuentes con esta política, el gobierno
debiera privatizar al menos parcialmente, el aeropuerto”, opina.
Según Quijano, esto
crearía incentivos para mejorar su administración, reducir contrataciones
directas con sobrecostos, realizar las inversiones requeridas a mejor tiempo y
garantizar que los contratos se dan de acuerdo a razones económicas y en
respuesta a las necesidades en el aeropuerto, para mejorar el servicio a los
pasajeros y las aerolíneas, y no por clientelismo.
“Al menos de esta forma
garantizaríamos que los fondos del aeropuerto nunca se mezclen con los del
Tesoro Nacional, como se dijo que ocurrió durante la administración del
presidente Torrijos con los fondos de las licitaciones de los espacios para
Duty Free, ni que se den contrataciones directas, sobrecostos y malas
inversiones con fondos públicos”, acotó.
El economista piensa
que el Tesoro Nacional recibiría buenos réditos en dividendos con una pequeña
participación que le permita estar presente en la junta directiva, pero sin estar
sujeto a las tentaciones que genera todo el efectivo proveniente de la
operación de este importante activo nacional.
El economista Aristides
Hernández, presidente de la firma LatinConsulting Corp., luego de haber visto
la evolución y las proyecciones de ingresos del aeropuerto, concluyó que esta
entidad es “financieramente sostenible”.
Hace unos meses,
Capital Financiero también consultó sobre este tema al economista Guillermo
Chapman, socio de Indesa, quien prefirió no opinar sobre la sostenibilidad de
la deuda de Aitsa y de otras dos empresas públicas que están fuera de la
contabilidad del Sector Público No Financiero, Empresa Nacional de Autopistas
(ENA) y Empresa de Transmisión Eléctrica (Etesa), porque no había evaluado sus
estados financieros.
Pero sí comentó en esa
ocasión que “las tres parecen generar buenos ingresos, por lo que el quid está
en la eficiencia y pulcritud con que se manejen”.
FUENTE:
www.capitalfinanciero.com.pa
POR:
MARIANELA PALACIOS
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