martes, 3 de junio de 2014

Aeropuerto de Tocumen es Financieramente Sostenible

Aeropuerto Internacional de Tocumen consolida su liderazgo como el puerto de conexiones más exitoso y eficiente para los vuelos entre Latinoamérica, Europa y el Caribe.
Aeropuerto de Tocumen es Financieramente Sostenible



El riesgo de refinanciación de su deuda, aunque presente, se encuentra mitigado por el perfil de ingresos en 2023.

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La deuda adquirida por el Aeropuerto Internacional de Tocumen S.A. (Aitsa) para financiar su ampliación, mediante una emisión de bonos de $650 millones que vence en 2023, es sostenible.

Dicha conclusión se deriva de los datos y el análisis financiero hecho por la agencia calificadora Fitch Ratings en su más reciente informe sobre la empresa,que mantuvo la calificación de riesgo crediticio de esta emisión en AAA, con perspectiva estable.

“Las tarifas en el aeropuerto son competitivas en la región, y proveen una generación de ingresos suficiente para satisfacer las necesidades de mejora y las obligaciones financieras”, destaca la calificadora en su informe.

Además, Fitch Ratings considera que el riesgo de refinanciación de la deuda adquirida, aunque está presente, se encuentra mitigado por el perfil de ingresos en 2023, así como por la vida útil del activo más allá del plazo final de la deuda y la ausencia de una concesión.

De acuerdo con el Aeropuerto Internacional de tocumen, los ingresos totales del aeropuerto ese año sumarán $230 millones, lo que supone un aumento de casi $100 millones respecto a lo registrado, efectivamente tanto en 2012 como en 2013.

Esta proyección está basada en el supuesto de que el movimiento de pasajeros de la terminal aérea aumentaría al menos 50% en ese periodo, pasando de 7,8 millones de pasajeros en 2013 a 11,3 millones en 2023.

Tocumen sirve como el principal aeropuerto de entrada a Panamá, cuenta con una base fuerte de tráfico origen y destino (actualmente representa un 53%)
y ha mostrado resistencia a las desaceleraciones económicas (crecimiento acumulado del 10,5% en el volumen de tráfico entre 2007-2012)”, resalta Fitch
Ratings.

La calificadora señala que el aeropuerto también se beneficia de características duales, típicamente asociadas con aeropuertos caracterizados como hubs, y que la principal aerolínea que opera en el “hub de las Américas”, Copa Airlines, representa más del 80% de su tráfico internacional.

Así que el riesgo de contraparte también “es mitigado por el fuerte perfil financiero, operativo y competitivo de Copa”.

Por otro lado, “debido a la importancia estratégica del aeropuerto como la principal puerta de entrada al país y al hecho de que Aitsa es propiedad exclusiva del Gobierno, Fitch cree que el emisor se beneficia del apoyo implícito de su accionista”, se lee en el documento.

El aeropuerto de Tocumen se encuentra en su tercera fase de expansión y esa obra lleva un 38% de avance. Se espera que la Constructora Norberto Odebrecht concluya la terminal sur en el año 2016.

Y es que “una vez terminada esta expansión, Fitch Ratings espera que el aeropuerto cuente con la capacidad suficiente para acomodar el crecimiento del tráfico a largo plazo”, añade la agencia.

TRES LECTURAS INDEPENDIENTES

El economista Diego Quijano añade que, al existir un fideicomiso que gestiona los flujos provenientes de la tasa aeroportuaria, los inversores pueden tener un alto grado de confianza de repago, ya que esto reduce el riesgo de mal manejo de fondos.

“En este sentido, la emisión de bonos también brinda réditos al contribuyente panameño al garantizar una administración más transparente y vigilada por inversores internacionales”, dijo.

A su juicio, queda claro que Fitch Ratings también considera que al ser Aitsa una Sociedad Anónima cuyo único propietario es el Estado, existe una garantía implícita de éste.

“Hay que cuestionar, por tanto, la movida contable de excluir del cálculo de deuda pública total la adquirida para Aitsa. Para ser consecuentes con esta política, el gobierno debiera privatizar al menos parcialmente, el aeropuerto”, opina.

Según Quijano, esto crearía incentivos para mejorar su administración, reducir contrataciones directas con sobrecostos, realizar las inversiones requeridas a mejor tiempo y garantizar que los contratos se dan de acuerdo a razones económicas y en respuesta a las necesidades en el aeropuerto, para mejorar el servicio a los pasajeros y las aerolíneas, y no por clientelismo.

“Al menos de esta forma garantizaríamos que los fondos del aeropuerto nunca se mezclen con los del Tesoro Nacional, como se dijo que ocurrió durante la administración del presidente Torrijos con los fondos de las licitaciones de los espacios para Duty Free, ni que se den contrataciones directas, sobrecostos y malas inversiones con fondos públicos”, acotó.

El economista piensa que el Tesoro Nacional recibiría buenos réditos en dividendos con una pequeña participación que le permita estar presente en la junta directiva, pero sin estar sujeto a las tentaciones que genera todo el efectivo proveniente de la operación de este importante activo nacional.

El economista Aristides Hernández, presidente de la firma LatinConsulting Corp., luego de haber visto la evolución y las proyecciones de ingresos del aeropuerto, concluyó que esta entidad es “financieramente sostenible”.

Hace unos meses, Capital Financiero también consultó sobre este tema al economista Guillermo Chapman, socio de Indesa, quien prefirió no opinar sobre la sostenibilidad de la deuda de Aitsa y de otras dos empresas públicas que están fuera de la contabilidad del Sector Público No Financiero, Empresa Nacional de Autopistas (ENA) y Empresa de Transmisión Eléctrica (Etesa), porque no había evaluado sus estados financieros.

Pero sí comentó en esa ocasión que “las tres parecen generar buenos ingresos, por lo que el quid está en la eficiencia y pulcritud con que se manejen”.

POR: MARIANELA PALACIOS

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