martes, 8 de noviembre de 2011

La Regla Dorada

Edwin Rodríguez
Publicado: Periodico Panamá América


“Un grupo de científicos colocó cinco monos en una jaula, en cuyo centro colocaron una escalera y, sobre ella, un montón de bananas. Cuando un primate subía
La escalera para agarrar las bananas, los científicos lanzaban un chorro de agua fría sobre los que quedaban en el suelo. Después de algún tiempo, cuando
Un mico iba a subir la escalera, los otros lo molían a palos.

Pasado algún tiempo más, ningún chimpancé subía la escalera, a pesar de la tentación de las frutas.

Entonces, los científicos sustituyeron uno de los simios.

La primera cosa que hizo fue subir la escalera, siendo rápidamente bajado por los otros, quienes le pegaron. Después de algunas palizas, el nuevo integrante
Del grupo ya no subió más la escalinata Un segundo mono fue sustituido, y ocurrió lo mismo. El primer sustituto participó con entusiasmo de la paliza al
Novato. Un tercero fue cambiado, y se repitió el hecho. El cuarto y, finalmente, el último de los veteranos fueron sustituidos.

Los científicos quedaron, entonces, con un grupo de cinco monos que, aun cuando nunca recibieron un baño de agua fría, continuaban golpeando a aquel que
Intentase llegar a las bananas”.

Ahora bien, desdichadamente, lo más usual, en tales circunstancias es compartir ignorancia… y actuar en consecuencia. Sin embargo, la intención es contribuir en lo posible cambiando en algo ésta realidad, con una aproximación científica y no política, si es que ello es posible. Sea la que sea la filosofía, concepto, paradigma, método, técnica, etc.

 Así mismo, la misión fundamental del estado, sin dudas, es lograr su gobernabilidad. Alcanzando progresivamente los objetivos y promesas de campaña con la ayuda o no de sus aliados, oponentes e indiferentes, externos e internos en un clima de relativa armonía.
 En tanto, cuando un gobierno culpa a la oposición de no lograr lo que se había propuesto, ese gobierno aunque diga lo contrario, reconoce que perdió autoridad, y que el manejo de la situación se le escapó de las manos.
 No obstante, si la oposición quería y logró descolocar al gobierno y hacerlo incumplir sus propósitos ganó liderazgo, por lo menos mientras lo conquistó. Por ende, Un gobierno sólido y capaz debería ser o estratégicamente hacerse relativamente, inmune a la acción de sus oponentes; y no lamentarse del mayor poder de sus adversarios para llevarlo a inalcanzar sus fines.
En cambio, es válido a la inversa; la misión de los antagonistas es ser oponentes responsables y les corresponderían ejercerla; Mientras tanto, los gobernantes deberían practicar la suya: gobernar, cabalmente, en beneficio de todos; respetando estrictamente la institucionalidad, separación de poderes y los valores democráticos; Aun cuando, otros actores no los hayan respetado.
Finalmente, apliquemos entonces, la Regla dorada: "Haz a otros lo que quisieras que te hagan a tí".

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